Según los datos de la ONU, el tráfico ilegal de fauna se encuentra en el tercer lugar de actividades ilíctias más grandes del mundo, precedido por el tráfico de drogas y armas. Los animales son extraídos de sus hábitats naturales y traficados principalmente a Europa, Estados Unidos y Asia, donde los venden como mascotas, para usos medicinales o por sus pieles.
Recursos limitados
En todo el Ecuador existen muy pocos agentes de la policía asignados al tráfico ilegal de fauna. Los delitos contra la fauna y la protección de los animales siguen siendo una prioridad baja para el gobierno. Por lo tanto, el cuidado de los animales confiscados es a menudo insuficiente y la sensibilización y conocimiento sobre el tema y las muchas implicaciones que conlleva no es común entre los ciudadanos.
Maltrato Animal
Más del 80% de estos animales mueren antes de llegar a su destino, y aquellos que sobreviven suelen enfrantar una vida llena de restricciones. El viaje en sí puede ser increíblemente cruel para estos animales. Se les amarran sus bocas o picos con cinta y sus cuerpos son sujetados en posturas riesgosas durante horas, recostados sobre sus propios excrementos. A veces, incluso les perforan los ojos a los loros para que no canten al ver la luz.
C.I.T.E.S.
Aunque muchos gobiernos se han unido a la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, por sus siglas en inglés), la cual ayuda a regular el tráfico de fauna, por lo general estas intenciones carecen de recursos humanos y económicos para realizar un monitoreo eficiente. Además, queda la incertidumbre de qué hacer con los animales una vez que son confiscados de los traficantes.
Rehabilitación
Simplemente liberar a los animales traficados podría ser una sentencia de muerte, ya que suelen estar débiles, enfermos o son muy jóvenes para cuidar de sí mismos. Por esta razón, los centros dedicados a su rehabilitación son una parte fundamental de la lucha para acabar con la crueldad y el tráfico de animales. Aquí, en Merazonia, ofrecemos un centro de rehabilitación para animales rescatados víctimas del tráfico ilegal, así como para muchos animales de Ecuador que lamentablemente terminan en lugares inadecuados como hogares humanos.
¡Los animales silvestres no son mascotas!
En Ecuador, por lo general la venta de animales silvestres se la realiza para consumir su carne o destinarlos como mascotas. Pero, estos animales no deben ser considerados de compañía ya que les resulta extremadamente estresante vivir en una casa y pueden causar daño físico al hogar y a quienes lo habitan. Por ejemplo, un mono puede parecer muy tierno mientras es joven, pero mientras va creciendo puede volverse agresivo y llegar a morder. Muchas veces, quienes sufren las primeras heridas graves son los niños de la familia. A su vez, los animales silvestres pueden transmitir enfermedades.
Un animal silvestre no es una mascota. ¡No compres ni vendas! Tampoco compres por compasión ya que esto perpetúa el problema, lo mejor es denunciar el caso. En Ecuador se puede llamar al 911 o al 115.